domingo, 13 de noviembre de 2011

COMPETENCIAS Y CONOCIMIENTOS

Dr. Norbert-Bertrand Barbe

                Es falso pensar que las competencias no tienen nada que ver con los conocimientos.

A. HAY CONOCIMIENTOS MUERTOS
                Hay conocimientos muertos. Ejemplo personal, compartido, evidentemente por todos los alumnos del mundo: los datos históricos que se nos obligaba a aprender para un examen. Como no tenían ningún interés, ni tampoco nos permitían desentrañar o entender nada que fuera a nuestro alcance (si es que, acaso, las fechas lo permitan alguna vez), era material aprendido con dificultad, y olvidado con facilidad. Igual es la debilidad de la enseñanza de las ciencias duras: son teoremas que se suponen existen y tienen que ser asumidos porque sí, sin explicación, pese a que, originalmente, son el resultado de una comprobación lógica y práctica de hechos concretos (en general provenientes de la medición geométrica en el caso de las matemáticas, los cuales se trasladaron después al ámbito de la algebra).

B. TODA META EDUCATIVA ES SIEMPRE LA ADQUISICIÓN DE CONOCIMIENTOS
                Sin embargo, todo parte de un conocimiento. Si el docente no sabe algo que va a transmitir, no puede haber proceso educativo. No se educa sobre la nada, y las metas son siempre de saber: saber concebir, saber entender, saber teorizar, saber practicar, saber hacer.
                Simplemente, la cuestión es con qué fin se enseña, y por ende qué y por qué se enseña.
                No estamos de la idea que, muchas veces subyace a la idea de la enseñanza falsamente llamada vocacional (para  no decir técnica) o por competencia, de que la enseñanza debe orientarse a las necesidades de la sociedad. Éstas son tan cambiantes que es como querer adaptarse al paso del lobo para ir a dejar galletitas donde la abuela. Ya lo planteó Marx en Trabajo asalariado  y Capital de 1849 (texto y tema al cual nos dedicamos en otro artículo, titulado " Engaño y mentira de la propuesta de movilidad laboral como solución a los problemas del empleado y el desempleado").
Sin embargo, si no se entiende la competencia en un sentido mecanicista, sino abierto y como la posibilidad de adentrar el estudiante al rico juego intelectual, que es lo propio de los años de Universidad, de teorización, interrogación, planteamientos, hipótesis, etc., viene a ser la competencia la herramienta indispensable para apoyar y dar validez al contenido cognoscitivo de la carga académica de su disciplina.

C. LAS COMPETENCIAS SON CONOCIMIENTOS APLICABLES
                Así lo expresaba  Aristóteles, al decir que la ciencia se puede transmitir, no la experiencia. Las competencias son estos tipos de conocimientos aplicables que precisan ser experimentados por el operador para tener validez.
                La experiencia es el ámbito de lo no previsto, de lo "no-ya visto", por lo que es la que permitió a Pasteur hallar la vacuna contra la rabia, a los Curie la radioactividad, a Galileo el heliocentrismo de nuestro sistema, a Einstein intuir la teoría general de la expansión del universo.
                Expliquémonos:  si a un estudiante de arquitectura, se le presenta la arquitectura egipcia como un paquete en sí, una capsula cerrada en el tiempo, cuyo propósito es sólo aprobar una clase y así adquirir créditos, es poco probable, desviándole así implícitamente de la necesaria meta de aprendizaje hacia otra, de logro académico, que se percate, ni remotamente, de que se puede utilizar para representar el poder secular, dentro de un ámbito de conservación con meta milenaria (la pirámide del Louvre), en vista a una perspectiva urbana de una línea que traspase la ciudad capital para, simbólicamente, conectarse con el Obelisco de la Place de la Concorde, símbolo del dominio colonial, pero también de la identidad entre Roma y el Nuevo Imperio, que se vislumbra como la relación entre el Oriente: el Obelisco - que tiene además un papel de representación de la ciencia patria contemporánea, con los descubrimientos de Champollion -, y el Occidente: el Arco de Triunfo, que son los dos puntos que empiezan y a la vez terminan los Campos Eliseos (devolvemos el lector a nuestro artículo sobre "Min Pei", Nuevo Amanecer Cultural, suplemento cultural sabatino de El Nuevo Diario, 14/5/2005, p. 10).
                Así lo que el maestro puede hacer, es traspasar sus propios logros y conocimientos (y en el peor de los casos conocimientos conocidos por otras fuentes), pero no puede dar los pasos que tiene que hacer el estudiante para formarse. Un estudiante puede aprender de memoria un pensum, pero no sabrá extrapolarse a éste.

D. DEJANDO EL PAPEL ACTIVO AL ESTUDIANTE
                Ahora si no se enfoca sólo en la carga del conocimiento, sino en la forma en la que se va a transmitir, obligando el estudiante a investigar, por ende a errar, se creará no sólo un técnico superior en arquitectura o ingeniería, o cualquier otra disciplina, capaz de reparar, sino en un ingeniero o arquitecto, o cualquier otro profesional, capaz de hallar en el momento oportuno las herramientas que le serán necesarias para resolver un problema concreto, teórico u práctico.

E. EL PELIGRO: LA PARCIALIZACIÓN DEL CONOCIMIENTO
                El peligro puede ser la parcialización del conocimiento, si suponemos que la enseñanza por memorización sea universalista, lo que en lo personal no creemos, dado de que es imposible, salvo para un número muy escaso de personas, acordarse de todo, y dado que, por encima de esto, tener memoria visual no implica obligatoriamente (aunque tampoco lo impide obligatoriamente) tener las capacidades necesarias para conectar los hechos recordados.

F. LA VENTAJA: LA PROACTIVIDAD DEL ESTUDIANTE COMO ENTRENAMIENTO A LAS NECESIDADES DE RESPUESTAS EN SU FUTURA ACTIVIDAD PROFESIONAL
                La ventaja mayor es que crea no reproductores, sino hacedores. Muchos de los desaires de las utopías políticas nacionalistas de hoy todavía es que siguen asumiendo que es suficiente nacionalizar empresas fructíferas para obtener ganancias. Pero por falta de personal capacitado más allá que para reparar modestamente partes de lo que se va quebrando por el uso, no hay quien pueda reconstruir o replantear lo adquirido ya montado. Por lo que, el día que se termina de desmoronar lo que fue creado por otros que ya fueron despachados, la empresa periclita, así como sus empleados, sus salarios, y, ante todo, la producción que ahí se realizaba.

G. LA NECESIDAD: LA CREACIÓN DE FONDOS DOCUMENTALES Y DE LABORATORIOS
                Sin embargo es también una utopía, aunque con buenas intenciones, querer orientar el proceso de aprendizaje por competencias si no se tienen libros de especialidad, ni laboratorios donde hacer pruebas.
                El estado casi inexistente de las bibliotecas nacionales, universitarias y públicas, no habiendo privadas tampoco, implica la necesidad urgente, primero de buscar recursos para comprar materiales especializados, segundo ampliar cuatro u cinco veces con meta a multiplicar aún más este fenómeno los edificios contenedores de libros y revistas, tercero incentivar y apoyar el uso educativo de internet entre los estudiantes.

H. LA SEGUNDA NECESIDAD: DOMINAR IDIOMAS
                Por ende, la misma escasez de información así como la ya referenciada, tanto por Mariano Fiallos Gil en su época como por la editorial Alianza en su oportunidad, casi inexistencia de investigaciones en lengua española, y más aún la inexistencia del poco material existente dentro el país, implica la imperiosa obligación del mundo docente de formarse al uso de lenguas extranjeras, para imponer el mismo esfuerzo a sus estudiantes.
                Obviamente entendemos por ahí las lenguas romance, en primera instancia, por su similitud con el idioma español, y también porque en ellas fueron escritos gran densidad de material, a saber: francés, italiano, portugués. En segundo lugar, el inglés, inevitable por su papel central en todos los ámbitos contemporáneos: los negocios, las ciencias, las finanzas, los intercambios internacionales. Y por último el alemán, lengua en la que también se produjeron muchos textos científicos, por ser de origen germánicos muchos de los mayores científicos de los últimos siglos.


I. LA VENTAJA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA
                Claro, este panorama, que implica poner el estudiante a trabajar, no tiene mayor posibilidad en los Universidades privadas nacionales, en el contexto actual.
                Ya se ha hablado mucho de las enormes lagunas con las que entran a la Universidad los bachilleres nacionales. No son analfabetas, pero sí son iletrados. Es decir, y hemos hecho varias veces la prueba de ello, que no son capaces de entender un texto de mediana complejidad. El último ejemplo que hemos utilizado en una clase de Historia del arte, no para comprobarlo, pero que sí nos lo comprobó, fueron 3 párrafos de la "Introducción" a los Ensayos sobre iconología de Erwin Panofsky (mandamos al lector a que se reporte a la misma para que se haga una opinión más clara), tratando de una incoherencia iconográfica referida a una figura femenina con espada y bandeja en la que lleva la cabeza de un varón, la pregunta siendo si se tratase de una Judit (por la espada) o una Salomé (por la bandeja). Pasaremos las perlas que no vienen aquí al caso, yendo de simples y llanas críticas al autor, que escribía mal, hasta conclusiones asombrosas como qué se trataba de una Judit-Salomé, las cuales eran las mismas según la Biblia. Cabe precisar que es tanta la dificultad lectora que, después de dos sesiones enteras de clase (3 horas) de corrección, con el mismo examen (esta vez con el libro abierto, se pedía un resumen, no una memorización) fueron en un 60% iguales las respuestas y contrasentidos.
                Esta dificultad ha dibujado el panorama educativo nacional. Muchos estudiantes huyeron hacia el sistema privado, con pretexto de mejor calidad, cuando en realidad es por mayor facilidad, para quien puede pagárselo, en la relación entre estudiante e institución. Es obvio que a un estudiante a quien se cobra 250 $ mensuales durante 3 o 4 años, no se le va a molestar demasiado, ya que tampoco a este precio se le puede pedir repetir una sesión. Al final de cuenta se le da, con pomposa recepción en el Teatro Nacional (si se nos permite un mal juego de comparación arquitectónica, bajo los falsos espejos de la gran Sala del Teatro Nacional) o el Hollliday Inn, un diploma contra un pago redondo de 2500 $ para cancelación final. Esto resume, más que mil palabras, la relación con el estudiante. Por ende, es poco probable que, seriamente, ninguna de nuestras Universidades privadas hagan los pasos necesarios para implementar sus aún más fantasmáticas bibliotecas que las de las Universidades públicas, o para dar a sus estudiantes el beneficio de un aprendizaje por competencia, dado que, primero, no tienen plantas fijas de profesores, segundo, no tienen presupuesto para pagar formación de éstos en el ámbito de la competencia, tercero, aunque que dieran los dos anteriores pasos, no tienen la voluntad de enfrentarse al reto de poner trabajar a sus estudiantes. Dado el peligro que si se les molesta mucho, pueden irse a otra Universidad privada, mucho menos exigente, lo que aquí sobra en todas partes.
                No hablemos del hecho de que, además, los docentes que imparten clases en estas Universidades privadas son, en una gran mayoría, los mismos docentes de las Universidades públicas, regidos por el artículo 140, que les permite dar clase aquí e allá. Por lo que la competencia docente es idéntica entre el sector público y el privado.
                Con la diferencia que todavía en el sector público se puede valorar objetivamente (por lo menos un poco más que en el sector privado) el esmero de un estudiante.

J. DE UNA ÚLTIMA IDEOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN REZAGADA DEL SIGLO XX
                Una de los mayores errores del finales del siglo XX, en Nicaragua como en Francia y en el mundo, ha sido creer que todos los males venían de la educación, por lo que se implementaron planes para desmultiplicar el número de bachilleres, antiguamente de un 40 a 60 % por promoción, pasaron en los años 1980-1990 a un 90%, logrando, no un mejoramiento en la entrada laboral, sino un abarrotamiento en las Universidades, y una desvalorización palautina de los diplomas.
                De ahí se puede deducir cuan falsa es la idea que sigue vigente en la Universidad privada nacional, y que promueven los estudiantes, a pesar de ver a gran número de egresados convertidos en taxistas, de que el diploma lo es todo.
                Lo es, para el país, y para el individuo que de él participa, la competencia específica, que nos hace mejores, y por ende más necesarios que los demás.
                Mientras Nicaragua no será un proveedor, sino que seguirá siendo un consumidor de ciencia y tecnología ajena, no tendrá posibilidad de éxito para sus egresados dentro del país, porque no habrá adonde ubicarlos.
                De la misma manera, mientras nuestros estudiantes no entiendan que ir a la Universidad no se trata meramente de una imitación barata de los E.U. con giras al Shamán, y fiestas repetidas (aún cuando esto sea parte de la diversión de la época de estudios), y que el diploma en sí no es nada, sino que lo que importa es la calidad de la formación obtenida, no tendrán posibilidad de éxito como profesionales en su país, porque, no dándole nada a éste, tampoco éste le devolverá nada.

K. A MANERA DE CONCLUSIÓN
                Un país se hace de su gente. Un país logra éxito a través la calidad de sus profesionales. La cual se crea conforme el grado de exigencia que se les pide a los estudiantes mientras estén dentro del sistema educativo.